"Escucha, Israel: ... Al Señor Tu dios Adoraras y a El solo daras culto"

26/2/08

EN JAFFA




Seguimos en domingo dia 3 de febrero, casi no hubo tiempo para descansar, aprovechamos la estancia en Telaviv para visitar la historica ciudadela de Jaffa, en un extremo de la ciudad. Emplazada delante del mar, Jaffa es hoy una pequeña Ciudad medieval muy bien conservada, donde viven los artistas de Telaviv. Paseamos por sus estrechas calles muy parecidas a tantas ciudades medievales españolas. Me recordo a la de Cáceres, pero con mar.

Nos acercamos a nuestro Guía (un simpatico judio de origen español llamado Ayus) nos pone rapidamente al corriente. Jaffa es una de las ciudades portuarias más antiguas del mundo. El asentamiento de Yafo (Jaffa-Joppe) se remonta más de 4000 años atrás. Es mencionada cuatro veces en la Biblia hebrea, como punto de llegada de los cedros del Líbano solicitados por Salomón para la construcción del Templo de Jerusalén (2 Crónicas 2:15) y como el lugar desde donde el profeta Jonás embarcó. Los cruzados dejaron su impronta. Ricardo Corazon de Leon reconquisto la ciudad a Saladino en la Tercera cruzada y establecio en ella su cuartel general

Como peregrinos nos interesa el episodio paleo cristiano narrado en los Hechos de los Apostoles, una esplendida iglesia perteneciente a la Catholic Roman Church (asi reza la inscripción ) nos evoca el suceso. " 1 Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte itálica. 2 Era un hombre piadoso y temeroso de Dios, lo mismo que toda su familia; hacía abundantes limosnas al pueblo y oraba a Dios sin cesar. 3 Este hombre tuvo una visión: un día, cerca de las tres de la tarde, vio claramente al Ángel de Dios que entraba en su casa y le decía: «Cornelio». 4 Este lo miró lleno de temor, y le preguntó: «¿Qué quieres de mí, Señor?». El Ángel le dijo: «Tus oraciones y tus limosnas han llegado hasta Dios y él se ha acordado de ti. 5 Envía ahora algunos hombres a Jope en busca de Simón, llamado Pedro, 6 que se hospeda en la casa de un tal Simón, un curtidor que vive a la orilla del mar». 7 En cuanto el Ángel se alejó, Cornelio llamó a dos de sus servidores y a un soldado piadoso de los que estaban a sus órdenes. 8 Después de haberles contado lo sucedido, los envió a Jope. 9 Al día siguiente, mientras estos se acercaban a la ciudad, Pedro, alrededor del mediodía, subió a la terraza para orar. 10 Como sintió hambre, pidió de comer. Mientras le preparaban la comida, cayó en éxtasis y tuvo una visión: 11 vio que el cielo se abría y que bajaba a la tierra algo parecido a un gran mantel, sostenido de sus cuatro puntas. 12 Dentro de él había toda clase de cuadrúpedos, reptiles y aves del cielo. 13 Y oyó una voz que le decía: «Vamos, Pedro, mata y come». 14 Pero Pedro respondió: «De ninguna manera, Señor, yo nunca he comido nada manchado ni impuro». 15 La voz le habló de nuevo, diciendo: «No consideres manchado lo que Dios purificó». 16 Esto se repitió tres veces, y luego, todo fue llevado otra vez al cielo. 17 Mientras Pedro, desconcertado, se preguntaba qué podía significar la visión que acababa de tener, llegaron los hombres enviados por Cornelio. Estos averiguaron dónde vivía Simón y se presentaron ante la puerta de la casa. 18 Golpearon y preguntaron si se hospedaba allí Simón, llamado Pedro. 19 Como Pedro seguía reflexionando sobre el significado de la visión, el Espíritu Santo le dijo: «Allí hay tres hombres que te buscan. 20 Baja y no dudes en irte con ellos, porque soy yo quien los he enviado». 21 Pedro bajó y se acercó a ellos, diciendo: «Yo soy el que ustedes buscan. ¿Para qué vinieron?». 22 Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, que goza de la estima de todos los judíos, recibió de un ángel de Dios la orden de conducirte a su casa para escuchar tus palabras». 23 Entonces Pedro los hizo pasar y les ofreció hospedaje. Al día siguiente, se puso en camino con ellos, acompañado por unos hermanos de la ciudad de Jope.

Me encuentro fatal, pero entramos a escuchar la misa, que resulta mas emocionante de lo habitual. Esta claro que de la casa de Pedro no hay ni rastro, pero también lo esta, que por alli anduvo y contemplo el mismo mar que yo recojo en las fotos.

Por cierto los marmoles de la Iglesia son traidos y pagados por la monaquia de Española.















1 comentario:

Luis y Mª Jesús dijo...

la Iglesia es muy luminosa. Veo que interesa llevar aprendido los sucesos que ocurrieron en los lugares que se visitan. O es trabajo del guia?
Debieras quitar lo de "verificación de palabra" de todos los blogs, es un filtro para span que en realidad no hay, y entorpecen mucho los comentarios