"Escucha, Israel: ... Al Señor Tu dios Adoraras y a El solo daras culto"

26/1/08

LA VIA DOLOROSA

La vía dolorosa fue un episodio especial. El programa del viaje dejaba para el sábado por la tarde la visita a la explanada del Templo, el lugar santo del Jerusalén hebreo.


Este es un tema no del todo conocido por el mundo cristiano.


He reflexionado en profundidad sobre ello, y he elaborado una teoría al respecto.


Pienso que la clave del Islam es una ficha que Dios hubo de mover en el Cielo. Estoy convencido que las apariciones de Gabriel al profeta Mahoma, son sospechosas. Nos dice San Pablo que, "si incluso un ángel del cielo se os apareciera para dictaros un evangelio distinto al que os doy...Sea anatema" o "fijaros que el mismo diablo puede aparecerse en forma de ángel de la luz". Pero a Mahoma se le apareció “alguien”...su fuerza radicaba en el más allá. ¿Y porque habría de haberlo permitido el creador?


Recordemos que el Islam destruyó en 20 años, seis siglos de labor apostólica del 90% de la catequesis cristiana, que se volcó, como es lógico en el entorno primitivo de Israel: Africa y Asia meridional.


Mi teoría se fundamenta en el mismo principio que lo expuesto en el Campo de los Pastores. El ángel anunció el fin de la producción ganadera para el Templo. "Os ha nacido un redentor", pierde significado el seguir criando ganado para sacrificar en el templo. El último cordero era Jesús. Así lo piensan los Cristianos de Palestina. Obviamente si con Jesús perdieron significado los sacrificios, perdió también significado el lugar de los sacrificios, El Templo.


Jesús anuncio su destrucción y su reconstrucción en tres días. Estaba hablando de su cuerpo, de su resurrección, el tiempo escatológico del Templo expiró con su muerte y había de ser sellado. De eso se ocuparon las legiones de Tito….sin embargo…la clave de su sello definitivo (al menos aparentemente) es la mezquita de Omar edificada justo encima del Sancta Santorum y del lugar de los sacrificios. Un lugar santo del Islam que impide a los judíos sus sacrificios y la reconstrucción del tercer Templo.


Ahí continúa nuestra historia. Aunque Jerusalén esta bajo control Israelí, la explanada del templo esta bajo control musulmán. Los judíos no pueden siquiera pisar la explanada. Y los cristianos solo con permiso. Así una de mis ilusiones del viaje a Jerusalén resultó frustrada. Aquel día el Moro estaba de mal humor y nos dejaron sin visita. Aquí empezó nunca mejor dicho nuestro calvario.


Al quedarnos sin acceso a la explanada de las mequitas, el vía crucis por la Vía Dolorosa, en pleno barrio musulmán, planificado para las 5 de la madrugada del domingo. Hora de máxima calma. Fue trastocado para las 7 de la tarde del sábado hora de cierre de comercios. La agresión fue permanente. Primero, enviaron a chicos a boicotear la peregrinación, con insultos, patadas y escupitajos (pensé en el Señor) ya nos advirtieron que no había que responder; pero al final una camioneta lanzada, paso entre nuestra comitiva sin parar de manera que al no tener donde refugiarnos y lo estrecho de la calle nos puso angustiosamente contra la pared, menos mal que hizo acto de presencia de una patrulla Israelí, y los ánimos se templaron.


El abandono de la parte musulmana, que concluye en el parte final de la ciudad antigua en tiempos de Jesús, para tomar el ascenso al calvario, lo que entonces era extramuros, permitió que nos dejaran tranquilos pudiendo acabar las estaciones a las puertas del calvario, con la emoción contenida.


Después nos comentaron el error de la hora elegida para hacer una vía crucis en medio del barrio musulmán en hora de recogida, con escasa policía y turismo.